Para empezar no debes permitir que tu carácter influya en tu manera de comportarte con los demás. También es verdad que los demás deben tener en cuenta tu carácter. Viéndolo todo así podríamos concluir esta primera parte diciendo que la incomprensión es lo peor del mundo y por lo tanto todo el mundo debería evitarla, seas quien la realizas o la recibas.
Si las cosas te van mal, te van mal, da igual lo que intentes hacer. Pronto puede venir una semana mejor aunque dar las cosas por hecho y que no se cumplan duele.
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