Lo primero de todo fue ir al Congreso de los Diputados donde un guardia chularrio nos invitó a ponernos a un lado a frase de: "háganme el favor de ponerse por allí eh"
Luego fuimos a Plaza Mayor pero sin relaxing cup of café con leche (que luego recuperamos en el Starbucks) y vimos el km 0 de las carreteras de España. Del que deberían salir todas las direcciones de España pero no es el caso, que no os engañen.
Tras el Prado y la encarnizada (bueno igual no tanto) lucha por los bancos disponibles en el museo, me hice el trayecto arriba abajo de la Puerta del Sol completándolo trés veces en todo el día y al final cogiendo un metro porque "no daba pa' más. Pero oye El perro del Hortelano por la noche en aquel bucólico teatro mereció la pena.
Mi noche concluyó a las 4:30 hora a la que cálculo que me dormí y ni siquiera me acuerdo, pero oye, quien no ha tenido alguna vez una laguna sin beber alcohol?
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